El general Henri Giraud, hay que reconocerlo, no dejó un sello indeleble en la historia del siglo XX. Sin embargo, fue famoso durante la Segunda Guerra Mundial y protagonizó una odisea que dio la vuelta al mundo: al igual que Papillon -Henri Charrière, reo en la prisión de la Isla del Diablo, en la Guyana Francesa- logró lo imposible y se evadió de un lugar inexpugnable. Pero entre ambos Henri la semejanza no va más allá: Giraud era un oficial rígido que se evadía por cuestiones de honor militar y de palabra dada a sus hermanos de armas. Además, en los tiempos turbios de la Ocupación alemana de Francia, su estrella se apagó muy pronto frente a uno de sus pares en la jerarquía militar, el general Charles de Gaulle.