jueves, 13 de diciembre de 2018

Toda La Vida


Me cuesta cada vez más salir a la calle, vestirme, ponerme agua en el pelo y ver la luz del sol. Salgo solamente para viajar muy lejos o para almorzar con Altuna. Ahora mismo (es jueves a la tarde) vengo de uno de esos almuerzos, después de un par de meses de interrupciones. Y lo confirmo: salir a la calle tiene sentido si es para volver a Buenos Aires o para charlar con Horacio.