martes, 31 de julio de 2018

El sabio superviviente.George Steiner

Herculano, a 14 kilómetros de Nápoles, fue devastada por el Vesubio en el año 79 d. C., cuando también asoló Pompeya. Dice George Steiner que, hace poco, se encontraron en una villa de Herculano -¿por qué no en la Villa de los Papiros?- unos pergaminos carbonizados con ocho aforismos atribuidos a Epicarno de Agra, un moralista y orador del siglo II d. C. Ni los pergaminos ni su autor existieron nunca. Son una invención de Steiner para dar pie a su último ensayo, Fragmentos,

La Cuestión Judia. George Steiner




A un pedazo de tierra sin petróleo, con una población muy inferior a la de muchas metrópolis modernas, llegaron los representantes de 131 naciones. Tronos, dominios, potencias, monarcas, potentados, jefes de Estado, pontífices, primeros ministros, gángsters de todo el planeta se dieron cita en el entierro de Isaac Rabin. Unos movidos por el dolor y la condolencia, por la indiferencia zalamera o el oportunismo, otros; muchos secretamente satisfechos y llenos de odio. Pero allí estaban.

Georges Steiner




París, 1929) Intelectual, ensayista y crítico literario estadounidense de origen alemán, considerado como uno de los más brillantes de la cultura europea y figura fundamental de los estudios de literatura comparada.
George Steiner nació en París el 23 de abril de 1929. Uno de los médicos que atendió su nacimiento viajó después a Estados Unidos para asesinar a un senador; este detalle, igual que otros más o menos macabros, marcaría sus primeros recuerdos.

domingo, 29 de julio de 2018

Luna. Cuadernos de José Saramago



Video de @earthfever

Hace cuarenta años todavía no tenía aparato de televisión en casa. Sólo lo compré, pequeñísimo, cinco años después, en 1974, para seguir las noticias de esa otra especie de llegada a la Luna que fue para nosotros portugueses la Revolución de Abril. De modo que recurrí a amigos más avezados en tecnologías punta, y así, bebiendo tal vez una cerveza y masticando unos frutos secos, asistí al alunizaje y al desembarque. En aquella época andaba escribiendo unas crónicas en el recién recuperado periódico vespertino “A Capital”, más tarde reunidas en un libro bajo el título “De este mundo y del otro”.