Siempre fuimos pobres, señor, y siempre fuimos desgraciados, pero no tanto como ahora en que la congoja campea por mis cuartos y corrales. Ya sé que el mal se presenta en cualquier tiempo y que toma cualquier forma, pero nunca pensé que tomara la forma de un anillo. Cruzaba yo la Plaza de los Héroes, estaba oscureciendo y la boruca de los pájaros en los laureles empezaba a calmarse. Se me había hecho tarde.
martes, 20 de agosto de 2019
Amor y paz - Elena Garro
Desde hacía tres años sabía que iba ocurrir algo. Estaba viviendo en el revés del tiempo y veía los hilvanes, los forros y los enresortados de los días. Su vida entera era ahora el revés de su vida.
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