Envejecer es, antes que nada, injusto. Y el hombre noble no se
resigna jamás ante la injusticia.
Varones eminentísimos han luchado contra el tiempo. El carácter
inevitable de la derrota sólo desalienta a los cobardes.
resigna jamás ante la injusticia.
Varones eminentísimos han luchado contra el tiempo. El carácter
inevitable de la derrota sólo desalienta a los cobardes.