viernes, 30 de julio de 2021
Ciudad Santa. Guillermo Orsi
José María Marcos. Ceguera
No habrá nunca una puerta. Estás adentro.
Jorge Luis Borges, Laberinto
Hoy estoy ciego, y si bien me es difícil hablar de felicidad, puedo decir que he alcanzado cierto grado de serenidad, y de satisfacción.
Durante largos años esperé esta ceguera, que de día es como una tela amarillenta, sucia, porosa, y sólo de noche, distante de cualquier simulacro del sol, es oscura como lo he deseado, no sé si con fervor pero sí con secreta desesperación.
Ya en la infancia sabía que era distinto a mis hermanos, a mis padres, a mis amigos. Mi aspecto era el de un niño común y corriente, desgarbado, solitario y asediado por constantes ataques de alergia. Lo diferente tenía que ver con algo que se manifestó una tarde en Hust, en la quinta de mis padres, y que sólo puedo expresar con torpes palabras.