Puesto que no se trata, digamos, de nosotros,
de ti o de mi, sino de todos,
es que a veces la soledad nos muerde
como un perro en la tarde, como un misterio,
como una incertidumbre.
Puesto que no se trata de ponerse la ropa
o desnudarse delante de la gente.
de ti o de mi, sino de todos,
es que a veces la soledad nos muerde
como un perro en la tarde, como un misterio,
como una incertidumbre.
Puesto que no se trata de ponerse la ropa
o desnudarse delante de la gente.