viernes, 30 de enero de 2015

RUTA TANNENBAUM..MILJENKO JERGOVIC, traducc de Luisa Fernanda Garrido y Tihomir Pistelek



http://www.elconfidencial.com/cultura/2015-01-24/la-nina-prodigio-que-fue-arrastrada-desde-los-escenarios-a-las-puertas-de-auschwitz_628577/





































En 1943,cuando Lea tenía 16 años, los Deustch fueron deportados a Auschwitz. De las 75 personas que viajaban hacinadas y en condiciones infrahumanas en el vagón de ganado que les deportaba al campo de concentración, 25 no llegaron. Lea fue una de ellas. Su madre y su hermano serían aseinados en el campo poco después. Su padre fue el único que sobrevivió al Holocausto. Murió en 1959.  
Estos son los pocos datos que se conocen de la vida de esta niña prodigio. Jergovic en su libro la transmuta en Ruta para crear una historia con muchas similitudes, que también comienza en la calle Gunduliceva, pero que se sirve de la ficción para ahondar en las identidades y las personalidades de los vecinos de ese edificio croata que azotó el nazismo. "Renuncié a escribir la biografía de Lea Deutsch, aunque sé que pronto desaparecerán los últimos testigos. No quería convertir en ficción su destino y el de su familia. También el silencio es una suerte duelo", escribe el autor en el apéndice de Ruta Tannenbaum. 
El peligro de la divinización
Jergovic alerta así de la importancia de no idealizar a las víctimas, algo, asegura, demasiado común en la mayoría de novelas o películas sobre el holocausto, en especial cuando son relatos que no han escrito testigos directos. "Se diviniza innecesariamente a las víctimas. Es decir, tenemos la sensación de que se ha exterminado, aniquilado, asesinado sólo a gente buena. Y al final nos parece que ni siquiera eran personas, sino ángeles. Nos intentan convencer y consolar diciéndonos que en el holocausto murieron ángeles. Sin embargo, la verdad es otra", explica.

'Ruta Tannenbau

"Los asesinados eran gente muy distinta y diversa, personas buenas, malas, inteligentes, estúpidas, normales, extraordinarias, con talento, pocas luces, corrientes... Se asesinó a gente que sólo unos cinco minutos antes, mientras aún persisitía la ilusión de la paz, en realidad no se diferenciaban de sus asesinos. Es importante tenerlo en cuenta. El holocausto no es un acontecimiento mítico de un pasado lejano. Es algo real, que ha ocurrido en un pasado no muy lejano y que, como memoria viva, aún está ocurriendo. Para que esto se sepa, las víctimas deben parecer reales", reflexiona.
Lo cierto es que la descripción de muchos de los personajes que aparecen en su novela han generado en su país más de una polémica. Más bien, como afirma el escritor -ciudadano deBosnia-Herzegovina y de Croacia-, a "Ruta Tannenbaum se la ha atacado atrozmente y a mí me avisaron de que lo mejor sería que emigrara de Croacia". ¿Por qué? "Mi concepto deidentidad, de la responsabilidad colectiva y personal o de la historia que incumbe a nuestras vidas irrita a la gente del país en el que vivo", asegura quien define la identidad como algo que "cambia constantemente", como una masa de hojaldre o la cebolla de Günter Grass
"La Croacia actual se hunde en el nacionalismo radical, es sentimental con los fascistas de la Segunda Guerra Mundial y los obispos católicos conservadores definen que es la visión de un mundo admisible, pero ¿cuáles son las identidades aceptables?. Mi identidad no es aceptable, a pesar de que por un juego del azar soy croata nacido en una familia católica. En eso reside todo el problema", cuenta. Por eso, remacha, "en el fondo me siento apátrida. Mi patria no existe ni ha existido nunca fuera de mi literatura".

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