Las únicas ilusiones son sobre los muertos. Crees que ellos son mejores de lo que realmente son. La vida es una sola: obtener dinero o reputación e hijos para justificar delante de los demás el hecho de no tirarte desde un edificio; y la muerte forma parte de los vivos, es la segunda parte, como en las películas.
No pienses que los muertos son ángeles. Ni los niños lo son. ¿Y por qué hacen estas cosas? Encerró a dos niños en una casa y durante tres semanas sólo les dio agua. Vimos imágenes. Los niños casi no tenían nalgas. ¿Ya has visto niños así?
Mi mujer repetía: ¿por qué hacen esto?
Yo leía un libro y no quería mirar, cambié de canal.
Leo: “Alrededor del 500 a.C. los griegos y los cartagineses utilizaban máquinas para el lanzamiento de proyectiles pesados”. En realidad, utilizar máquinas para el lanzamiento de proyectiles pesados es bueno, como el corazón, que es pesado, demasiado pesado y, algunas veces, cuánto bien nos haría lanzarlo lejos. Bien satisfechos quedaríamos, sin corazón, con un agujero en lugar del peso, como en algunas esculturas de santos y de Cristo, con un cajón en el lugar del corazón.
Un cajón en el cual los viejos guardan joyas de familia. Usura y caridad en el mismo espacio para ahorrar un metro cuadrado, claro que sí.
La catapulta tiene un brazo de lanzamiento que termina en una concha similar a una cuchara. Y es en la cuchara en la que pongo el corazón. Como dice en el libro: “La fuerza propulsora de la catapulta resultaba de la elasticidad de las cuerdas torcidas alrededor del extremo del brazo de lanzamiento”.
El proyectil se envía lejos, como se pretende, cuando el brazo de lanzamiento choca contra una viga que lo para, obligándolo, así, a expulsar lo que antes sujetaba. Si no existe algo que detenga el brazo, el brazo da vueltas, en círculos y círculos, y todo se repite, y nada se expulsa.
Para mandar lejos algo es necesario primero sujetarlo con fuerza, después efectuar un movimiento rápido con el brazo, y por último parar súbitamente y proyectar la muñeca hacia delante. Es así como las prostitutas expulsan el corazón cuando, con la boca pintada de carmín, chupan el pene del viejo que no conocen; y la cama tiene muelles que emiten ruidos (chillidos) al mismo tiempo que la prostituta chupa el pene del viejo que está sentado y espera; y es así que la catapulta funciona.
Con los chicos y chicas con disgustos amorosos y a los que se saluda en la calle también se usa la misma técnica, ya conocida por los antiguos: una máquina de guerra. Lanzar el corazón lejos. La catapulta. Y con los que sobreviven al adulterio también.
No pienses que los muertos son ángeles. Ni los niños lo son. ¿Y por qué hacen estas cosas? Encerró a dos niños en una casa y durante tres semanas sólo les dio agua. Vimos imágenes. Los niños casi no tenían nalgas. ¿Ya has visto niños así?
Mi mujer repetía: ¿por qué hacen esto?
Yo leía un libro y no quería mirar, cambié de canal.
Leo: “Alrededor del 500 a.C. los griegos y los cartagineses utilizaban máquinas para el lanzamiento de proyectiles pesados”. En realidad, utilizar máquinas para el lanzamiento de proyectiles pesados es bueno, como el corazón, que es pesado, demasiado pesado y, algunas veces, cuánto bien nos haría lanzarlo lejos. Bien satisfechos quedaríamos, sin corazón, con un agujero en lugar del peso, como en algunas esculturas de santos y de Cristo, con un cajón en el lugar del corazón.
Un cajón en el cual los viejos guardan joyas de familia. Usura y caridad en el mismo espacio para ahorrar un metro cuadrado, claro que sí.
La catapulta tiene un brazo de lanzamiento que termina en una concha similar a una cuchara. Y es en la cuchara en la que pongo el corazón. Como dice en el libro: “La fuerza propulsora de la catapulta resultaba de la elasticidad de las cuerdas torcidas alrededor del extremo del brazo de lanzamiento”.
El proyectil se envía lejos, como se pretende, cuando el brazo de lanzamiento choca contra una viga que lo para, obligándolo, así, a expulsar lo que antes sujetaba. Si no existe algo que detenga el brazo, el brazo da vueltas, en círculos y círculos, y todo se repite, y nada se expulsa.
Para mandar lejos algo es necesario primero sujetarlo con fuerza, después efectuar un movimiento rápido con el brazo, y por último parar súbitamente y proyectar la muñeca hacia delante. Es así como las prostitutas expulsan el corazón cuando, con la boca pintada de carmín, chupan el pene del viejo que no conocen; y la cama tiene muelles que emiten ruidos (chillidos) al mismo tiempo que la prostituta chupa el pene del viejo que está sentado y espera; y es así que la catapulta funciona.
Con los chicos y chicas con disgustos amorosos y a los que se saluda en la calle también se usa la misma técnica, ya conocida por los antiguos: una máquina de guerra. Lanzar el corazón lejos. La catapulta. Y con los que sobreviven al adulterio también.
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