martes, 19 de mayo de 2009

FELISBERTO HERNÁNDEZPIANISTA Y.ESCRITOR URUGUAYO,1902-1964

Felisberto Hernández escribió cuentos y novelas cortas, que comenzaron con Fulano de Tal en 1925. Recién hacia 1942 abandona su profesión de concertista de piano y se dedica completamente a escribir. De este año es El Caballo Perdido, que marca un nuevo rumbo en su narrativa. Esta sección ofrece sus textos y algunos comentarios destacados.

Explicación falsa de mis cuentos


    Obligado o traicionado por mí mismo a decir cómo hago mis cuentos, recurriré a explicaciones exteriores a ellos. No son completamente naturales, en el sentido de no intervenir la conciencia. Eso me sería antipático. No son dominados por una teoría de la conciencia. Esto me sería extremadamente antipático. Preferiría decir que esa intervención es misteriosa. Mis cuentos no tienen estructuras lógicas. A pesar de la vigilancia constante y rigurosa de la conciencia, ésta también me es desconocida. En un momento dado pienso que en un rincón de mí nacerá una planta. La empiezo a acechar creyendo que en ese rincón se ha producido algo raro, pero que podrá tener porvenir artístico. Sería feliz si esta idea no fracasara del todo. Sin embargo, debo esperar un tiempo ignorado: no sé cómo hacer germinar la planta, ni cómo favorecer, ni cuidar su crecimiento: sólo presiento o deseo que tenga hojas de poesía; o algo que se transforme en poesía si la miran ciertos ojos. Debo cuidar que no ocupe mucho espacio, que no pretenda ser bella o intensa, sino que sea la planta que ella misma esté destinada a ser, y ayudarla a que lo sea. Al mismo tiempo ella crecerá de acuerdo a un contemplador al que no hará mucho caso si él quiere sugerirle demasiadas intenciones o grandezas. Si es una planta dueña de sí misma tendrá una poesía natural, desconocida por ella misma. Ella debe ser como una persona que vivirá no sabe cuánto, con necesidades propias, con un orgullo discreto, un poco torpe y que parezca improvisado. Ella misma no conocerá sus leyes, aunque profundamente las tenga y la conciencia no las alcance. No sabrá el grado y la manera en que la conciencia intervendrá, pero en última instancia impondrá su voluntad. Y enseñará a la conciencia a ser desinteresada.

   Lo más seguro de todo es que yo no sé cómo hago mis cuentos, porque cada uno de ellos tiene su vida extraña y propia. Pero también sé que viven peleando con la conciencia para evitar los extranjeros que ella les recomienda.

Felisberto Hernández, 1955     http://www.felisberto.org.uy/laObra.htm


Felisberto Hernández (Montevideo20 de octubre de 1902 — ídem, 13 de enero de 1964), pianista y escritor uruguayo, considerado uno de los principales exponentes de la literatura fantástica de todo el idioma castellano[cita requerida].

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Biografía [editar]

El pianista [editar]

A los 9 años comienza sus estudios de piano que profundizará más tarde con el profesor de piano Clemente Colling, que le enseña composición y armonía. Sus dificultades económicas harán que acepte el empleo de pianista en varias salas de cine, donde ejecuta la banda sonora de las películas mudas que se exhiben. A los 16 años, en su casa, da clases particulares de piano, al mismo tiempo que dedica horas a su práctica musical. A los 20 años comienza a dar recitales e incluso interpreta algunas obras de su creación. Tres años más tarde toma clases de piano con Guillermo Kolischer.

Hasta 1942 será un pianista itinerante entre Uruguay y Argentina: la orquesta del café La Giralda, en Montevideo, pianista y director de una orquesta en el café-concierto de Mercedes, Teatro Albéniz de Montevideo, Teatro del Pueblo de Buenos Aires.

El escritor [editar]

A partir de ese entonces abandonó definitivamente la carrera de pianista dedicándose exclusivamente a la literatura.

Especialista en el ámbito de la narrativa breve, sus obras han sido traducidas a varios idiomas: alemánfrancésinglésitalianogriego yportugués. Ha sido considerado un maestro tanto por Julio Cortázar como por Gabriel García Márquez.1 Italo Calvino lo definió como "un escritor que no se parece a nadie: a ninguno de los europeos y a ninguno de los latinoamericanos, es un francotirador que desafía toda clasificación y todo marco, pero se presenta como inconfundible al abrir sus páginas".2

Los cuentos y novelas cortas de Felisberto Hernández recrean el mundo de su infancia y juventud, evocan personas que conoció, barrios de Montevideo... Su narrativa se basa en el recuerdo como motor de la escritura, continuando la búsqueda del novelista francés Marcel Proust. Una magdalena, una calle, un tren, un piano, pueden encerrar recuerdos y hacernos revivir sensaciones.

A pesar de haber influenciado a muchos autores de ficción americanos tales como Cortázar, la ficción de sus cuentos hace brotar un universo totalmente personal y que no puede ser comparado totalmente con los cuentos más urbanos, más intelectualizados de Cortázar.

Aunque su trabajo de escritor eclipsó su carrera de pianista, su obra entera está impregnada de música, tanto en los temas evocados (un profesor de piano, un recital, un bandoneón...), como en la forma de contar, sugiriendo emociones con palabras de sonoridad elegida, transformando el sentido de las palabras en función de los sonidos, construyendo partes de su relato como variaciones de un mismo tema musical...

Obra [editar]

  • Fulano de Tal (1925)
  • Libro sin tapas (1929)
  • La cara de Ana (1930)
  • La envenenada (1931)
  • Por los tiempos de Clemente Colling (1942)
  • El caballo perdido (1943)
  • Nadie encendía las lámparas (1947)
  • Las hortensias (aparecida por primera vez en la revista uruguaya Escritura en 1949, publicada en 1950 por Editorial Lumen.)
  • Explicación falsa de mis cuentos ("manifiesto estético", aparecido en la revista La Licorne en 1955.)
  • La casa inundada (1960)
  • El cocodrilo (1962)
  • Tierras de la memoria (inconclusa, 1964)

http://es.wikipedia.org/wiki/Felisberto_Hernández

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