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lunes, 22 de octubre de 2018

Orhan Pamuk



Orhan Pamuk: "El novelista debe conectar la realidad con los grandes ideales"
El escritor turco visita España para presentar su nueva novela, La mujer del pelo rojo (Literatura Random House), una reflexión sobre las relaciones paternofiliales y la lucha entre individualidad y autoritarismo, enlazada con dos mitos fundacionales de Oriente y Occidente cuya vigencia permanece hoy en día.

sábado, 20 de octubre de 2018

La mujer del pelo rojo, de Orhan Pamuk - Zenda



La mujer del pelo rojo, de Orhan Pamuk - Zenda

La mujer del pelo rojo, de Orhan Pamuk, es una historia de amor y parricidio que mezcla la intriga, la fábula y la tragedia. El autor vuelve a poner frente a frente las culturas de Occidente y Oriente explorando dos de sus mitos fundacionales: el Edipo Rey, de Sófocles (una historia de parricidio), y la historia de Rostam y Sohrab (una historia de filicidio), inmortalizada por el poeta persa Ferdousí en la epopeya del Shahname o Libro de los Reyes. Zenda te ofrece un fragmento de este libro.

lunes, 21 de enero de 2013

ORHAN PAMUK. EL OJO


El caso que voy a contar me ocurrió una noche de invierno. Me encontraba en una época pesimista: había superado los primeros y difíciles años de mi oficio de periodista pero lo que hacía para poder mantenerme en pie aunque fuera precariamente hacía mucho que había secado el entusiasmo de mis inicios en la profesión. En las frías noches de invierno, mientras me decía «¡Por fin lo he conseguido!», era consciente de que estaba vacío por dentro. Ese invierno, como padecía el insomnio que habría de perseguirme a lo largo de toda mi vida, algunos días me quedaba trabajando en el periódico hasta muy tarde con la secretaria del turno de noche y preparaba algunos artículos que era incapaz de escribir entre la confusión y el alboroto del día. La sección de «Increíble pero cierto», tan de moda por aquel entonces en los periódicos y revistas europeos, le venía como anillo al dedo a aquel trabajo nocturno. Abría cualquier periódico europeo, recortado ya aquí y allá hasta el punto de haberlo dejado hecho trizas, examinaba con cuidado las fotografías de la sección de «Increíble pero cierto» durante un rato (siempre he considerado inútil el conocimiento de una lengua extranjera, incluso perjudicial para mi imaginación) y enseguida tomaba la pluma para escribir lo que me inspiraban las fotografías en una suerte de arrebato artístico.