viernes, 13 de abril de 2012

EN EL TREN.LEOPOLDO ALAS.1901

  CUENTO
Leopoldo Alas
El duque del Pergamino, marqués de Numancia, conde de Peñasarriba, consejero de ferrocarriles de vía ancha y de vía estrecha, ex ministro de Estado y de Ultramar... está que bufa y coge el cielo... raso del coche de primera con las manos; y a su juicio tiene razón que le sobra. Figúrense ustedes que él viene desde Madrid solo, tumbado cuan largo es en un reservado, con que ha tenido que contentarse, porque no hubo a su disposición, por torpeza de los empleados, ni coche-cama, ni cosa parecida. Y ahora, a lo mejor del sueño, a media noche, en mitad de Castilla, le abren la puerta de su departamento y le piden mil perdones... porque tiene que admitir la compañía de dos viajeros nada menos: una señora enlutada, cubierta con un velo espeso, y un teniente de artillería.

¡De ninguna manera! No hay cortesía que valga; el noble español es muy inglés cuando viaja y no se anda con miramientos medioevales: defiende el home de su reservado poco menos que con el sport que ha aprendido en Eton, en Inglaterra, el noble duque castellano, estudiante inglés.

Morgan Freeman: The Power of Words

domingo, 1 de abril de 2012

KLAS FAHLEN.ARTISTA GRAFICO








http://api.qbank.se/bauer/getMedia.php?type=full&id=33811






DISEÑO.ILUTRACION.KLAS FAHLEN

http://paralelo40.wordpress.com/2008/09/25/klas-fahlen/

DISEÑO

KLAS FAHLEN.ARTISTA GRÁFICO SUECO

LAS DIEZ MEJORES PÁGINAS DE DISEÑADORES GRÁFICOS

viernes, 9 de marzo de 2012

MUJERES.EDUARDO GALEANO



INGRID BAARS

EDUARDO GALEANO
"La vida según Galeano" , un nuevo ciclo del canal Encuentro.



MUJERES

San Juan Crisóstomo decía: "Cuando la primera mujer habló, provocó el pecado original" y San Ambrosio concluía: "Si a la mujer se le permite hablar de nuevo, volverá a traer la ruina al hombre".
La iglesia Católica, les prohibe la palabra.
Los fundamentalistas musulmanes, les mutilan el sexo y les tapan la cara.
Los judíos muy ortodoxos empiezan el día agradeciendo: "Gracias Señor por no haberme hecho mujer".

Saben cocer.
Saben bordar.
Saben sufrir y cocinar.

Hijas obedientes.
Madres abnegadas.
Esposas resignadas.

Durante siglos o milenios ha sido así, aunque de su pasado sabemos poco.
Ecos de voces masculinas. Sombras de otros cuerpos.

Para elogiar a un prócer se dice: "Detrás de todo gran hombre hubo una mujer", reduciendo a la mujer a la triste condición de respaldo de silla.

Hoy voy a contarles, a mi modo y manera, algunas historias de mujeres que no siempre coinciden con este identikit.

domingo, 5 de febrero de 2012

Los gatos de Ulthar.H.P.Lovecraft



H.P. Lovecraft
Se dice que en Ulthar, que se encuentra más allá del río Skai, ningún hombre puede matar a un gato; y ciertamente lo puedo creer mientras contemplo a aquel que descansa ronroneando frente al fuego. Porque el gato es críptico, y cercano a aquellas cosas extrañas que el hombre no puede ver. Es el alma del antiguo Egipto, y el portador de historias de ciudades olvidadas en Meroe y Ophir. Es pariente de los señores de la selva, y heredero de los secretos de la remota y siniestra África. La Esfinge es su prima, y él habla su idioma; pero es más antiguo que la Esfinge y recuerda aquello que ella ha olvidado.

The Cats of Ulthar by H. P. Lovecraft

The Cats of Ulthar
by H. P. Lovecraft
Written on June15, 1920
Published in November 1920 in The Tryout


It is said that in Ulthar, which lies beyond the river Skai, no man may kill a cat; and this I can verily believe as I gaze upon him who sitteth purring before the fire. For the cat is cryptic, and close to strange things which men cannot see. He is the soul of antique Aegyptus, and bearer of tales from forgotten cities in Meroe and Ophir. He is the kin of the jungle’s lords, and heir to the secrets of hoary and sinister Africa. The Sphinx is his cousin, and he speaks her language; but he is more ancient than the Sphinx, and remembers that which she hath forgotten.

FUNCION: "READ MORE" o "MAS INFORMACION" o " LEER MAS"



Editando el Codigo HTML Del Post, Osea en el Post hay una pestaña que dice Edicion HTML; Desde el modo de Edición HTML, esta característica se puede usar desde el Blogger de siempre, solo agregando el código  correspondiente, segun el punto de corte del artículo... ver donde dice "aquí"              

.
a mi me dio resultado, es fácil!!!
Encontré la solucion aquí

COMO INSERTAR UN LINK EN UN TEXTO





LINK  en un texto
osea en blogs y foros (no en word), quiero insertar un link a una palabra, de tal modo que al hacer click sobre la palabra te direccione a dicha web...

por ejemplo al hacer click en "duda" que te lleve a www.google.com u otra dirección

cual es el codigo para hacer eso?

duda

READ MORE..

 READ MORE
How to add Blogger's Read More function to customized templates

lunes, 30 de enero de 2012

domingo, 15 de enero de 2012

Capítulo extraído de "La patria" de Federico Jeanmaire.






Hicimos el amor en la bañadera. Riéndonos. Jugando. Como mejor pudimos teniendo en cuenta que era la primera vez que lo hacíamos, que nuestros cuerpos no se conocían quiero decir, y teniendo en cuenta, además, las muy escasas dimensiones del sitio al que nos habían arrojado un par de extraordinarios errores en mi comprensión del inglés.

EL MAPA DEL AMOR.DYLAN THOMAS







Dylan Thomas - El mapa del amor
26 de agosto de 2010 por Isaías Garde ·
Archivado en Narrativa, Thomas Dylan
BIBLIOTECA IGNORIA
Traducción de Miguel Martínez-Lage
Imagen INGRID BAARS. http://ingridbaars.com/


Aquí habitan las bestias bifrontes, dijo Sam Rib. Señaló su mapa del amor, una cuadrícula de mares y de islas y de continentes abigarrados, con una selva tenebrosa en cada extremo. La isla bifronte, sobre la línea del Ecuador, se contraía al tacto como si fuera una piel afectada por el lupus, y el mar de sangre, en derredor, encontraba nuevo movimiento en sus aguas. La simiente, con la marea alta, rompía contra las costas escarpadas; se multiplicaban los granos de arena; se sucedían las estaciones; el verano, con ardor paterno, daba paso al otoño y a los primeros empellones del invierno, y así conformaba la isla sus recodos con los cuatro vientos encontrados.

Milan Kundera: De "El libro de los amores ridículos" (tercera parte)





15 de enero de 2012 por Patricia Damiano ·
Archivado en Kundera Milan, Narrativa
BIBLIOTECA IGNORIA


1
La manecilla del nivel de la gasolina cayó de pronto a cero y el joven conductor del coupé afirmó que era cabreante lo que tragaba aquel coche.
—A ver si nos vamos a quedar otra vez sin gasolina —dijo la chica (que tenía unos veintidós años) y le recordó al conductor unos cuantos sitios del mapa del país en los que ya les había sucedido lo mismo.
El joven respondió que él no tenía motivo alguno para preocuparse porque todo lo que le sucedía estando con ella adquiría el encanto de la aventura. La chica protestó; siempre que se les había acabado la gasolina en medio de la carretera, la aventura había sido sólo para ella, porque el joven se había escondido y ella había tenido que utilizar sus encantos: hacer autoestop a algún coche, pedir que la llevasen hasta la gasolinera más próxima, volver a parar otro coche y regresar con el bidón. El joven le preguntó si los conductores que la habían llevado habían sido tan de­sagradables como para que ella hablase de su misión como de una humillación. Ella respondió (con pueril coquetería) que a veces habían sido muy agradables, pero que no había podido sacar provecho alguno porque iba cargada con el bidón y había tenido además que despedirse de ellos antes de que le diera tiempo de nada.

miércoles, 4 de enero de 2012

Dassiell Hammett.Sombra en la noche





Dashiell Hammett - Sombra en
la noche Un sedan con los faros apagados estaba parado en el arcén, más arriba del puente de Piney Falls. Cuando lo adelanté, una chica asomó la cabeza por la ventanilla y dijo: —Por favor. Aunque su tono era apremiante, no contenía la suficiente energía como para volverlo desesperado o perentorio. Frené y puse la marcha atrás. Mientras hacía esta maniobra, un tipo se apeó del coche. A pesar de la débil luz vi que se trataba de un joven corpulento. Señaló en la dirección que yo llevaba y dijo: —Amigo, sigue tu camino. —Por favor, ¿quieres llevarme a la ciudad? — preguntó la chica. Tuve la sensación de que intentaba abrir la portezuela del sedan. El sombrero le cubría un ojo. —Encantado —respondí. El joven que estaba en la carretera dio un paso hacia mí, repitió el ademán y ordenó: —Eh, tú, esfúmate. Bajé del coche. El hombre de la carretera echó a andar hacia mí, cuando del interior del sedan surgió una voz masculina áspera y admonitoria.. —Tranquilo, Tony, tranquilo. Es Jack Bye. La portezuela del sedan se abrió y la chica se apeó de un salto. —¡Ah! —exclamó Tony e, inseguro, arrastró los pies por la carretera. Al ver que la chica se dirigía a mi coche, gritó indignado— ¡Oye, no puedes largarte con...! La chica ya estaba en mi dos plazas, y murmuró: —Buenas noches. Tony me hizo frente, meneó testarudamente la cabeza y empezó a decir: —Que me cuelguen antes de permitir que... Lo sacudí. Fue un buen golpe porque le di duro, pero estoy convencido de que podría haberse levantado si hubiese querido.

domingo, 18 de diciembre de 2011

FELICIDAD CLANDESTINA,CLARICE LISPECTOR



Felicidad clandestina
[Cuento. Texto completo]

Clarice Lispector
Ella era gorda, baja, pecosa y de pelo excesivamente crespo, medio amarillento. Tenía un busto enorme, mientras que todas nosotras todavía eramos chatas. Como si no fuese suficiente, por encima del pecho se llenaba de caramelos los dos bolsillos de la blusa. Pero poseía lo que a cualquier niña devoradora de historietas le habría gustado tener: un padre dueño de una librería.

No lo aprovechaba mucho. Y nosotras todavía menos: incluso para los cumpleaños, en vez de un librito barato por lo menos, nos entregaba una postal de la tienda del padre. Encima siempre era un paisaje de Recife, la ciudad donde vivíamos, con sus puentes más que vistos.

Clarice Lispector - Un caso complicado



17 de noviembre de 2011 por Isaías Garde ·
Archivado en Lispector Clarice, Narrativa






Pues sí.

Cuyo padre era amante, con un alfiler de corbata, amante de la mujer del médico que había tratado a su hija, quiero decir, de la hija del amante, y todos lo sabían, y la mujer del médico colgaba una toalla blanca de la ventana, que quería decir que el amante podría entrar, o una toalla de color, y él no entraba.

Pero me estoy confundiendo toda y el caso es muy complicado; voy a ver si puedo desentrañarlo. Algunas cosas son inventadas. Pido disculpas porque además de contar los hechos yo también adivino y escribo lo que adivino. Yo adivino la realidad. Pero esta historia no es de mi cosecha. Es de la zafra de quien puede más que yo.

CLARICE LISPECTOR

DESTINOS De Silvia Medina (Argentina)






¿Por qué lo maté?... Mirá, piba, si querés, yo te lo voy a contar… Y, lo tuve que hacer. Pero es larga la historia, ¿viste? Una ya vivió tantas cosas… En fin, creo que todo empezó cuando nací. Sí, ya veo que te asombra. Claro, piba, qué vas a entender vos de estas cosas. Sin ofender, digo, porque ya sé que para algo estudiaste. Pero la vida es otra cosa, y no sé si todo estará ahí, en tus libros, tan clarito. Yo tengo una hija, ¿sabés? Y me siento muy orgullosa de ella. Vos debés de andar rondando su misma edad. ¡Y prontito se va a recibir de lo mismo que vos! Eso era lo que yo quería. Que estudiara, para salir de la basura en la que vivíamos. Quería que se salvara de tanta mugre. Por suerte cuando maté al Pascual ya le tenía casi-casi asegurado el futuro. Y juro que no me importaba el sacrificio que hacía. Si hubiera sido por mí, largaba todo y me iba a la mierda. ¡Pero ella se merecía algo mejor! La Evita es toda mi vida. Yo tenía quince años cuando aquel otro guacho me preñó. ¡Pero juro que igual se me iluminó el alma! Sí, no te asombrés, ¿cómo no iba a estar contenta, si ya nunca más iba a estar sola? Ahí me dije que iba a esforzarme para que mi hijo no pasara las mismas miserias que yo. Y quería que fuera un machito, porque es más fácil, ¿viste? Pero nació chancleta, y entonces pensé en la Evita, esa de la que hablaba siempre mi abuela.

viernes, 16 de diciembre de 2011

TIEMPOS REVUELTOS.RAYMOND CARVER


TIEMPOS REVUELTOS'Esa duración que convierte a las Pirámides
en columnas de hielo que se derriten. Todo es pasado en un instante.
SIR THOMAS BROWNE
menaza tormenta. La niebla gris oscurece las cumbres a lo
largo del valle. Nubes negras con pliegues y capas blancas en
la superficie se acercan desde las colinas en rápidos desplazamientos,
descienden hasta el valle y pasan sobre los campos y
baldíos que hay frente a la casa. Dando rienda suelta a su imaginación,
Farrell ve las nubes como caballos negros sobre los
que cabalgan fantasmales almas en pena y, detrás, las carrozas
negras girando lenta e inexorablemente, a veces un
cochero con plumas blancas en el pescante. Cierra la puerta
del porche y observa tras el cristal a su mujer que baja lentamente
las escaleras. Se vuelve y le sonríe. Abre de nuevo y la
saluda. Más tarde, ella se aleja en el coche. Vuelve a la habitación
y se sienta en el sillón de cuero, bajo la lámpara de
cobre. Se estira extendiendo los brazos por fuera del sillón.
La habitación está un poco más oscura cuando Iris sale
del baño envuelta en una bata blanca abierta. Saca el taburete
de debajo del tocador y se sienta frente al espejo. Coge con
la mano derecha el cepillo blanco de plástico y comienza a
peinarse con movimientos rápidos y rítmicos provocando un
leve chasquido. Sujeta con la mano izquierda el cabello sobre
uno de los hombros y realiza los largos, rápidos y rítmicos
movimientos con la mano derecha. Se detiene un instante y
enciende la lamparilla del espejo. Farrell coge una revista de
fotos del aparador que está al lado del sofá y se estira para
encender la lámpara golpeando sin querer el pergamino de
la pantalla al buscar la cadenilla. La lámpara está unos centímetros
por encima de su hombro derecho y la pantalla
marrón cruje cuando la toca.
Afuera está oscuro y el aire huele a lluvia. Iris le pregunta
si cerró la ventana. Mira hacia la ventana, luego al espejo,
ve su propio reflejo y detrás a Iris observándole sentada frente
al tocador, con otro Farrell más borroso mirando fijamente
desde la ventana que ella tiene al lado. Tiene que llamar a
Frank para confirmar que salen de caza mañana por la mañana.
Pasa las páginas. El cepillo se tambalea sobre la superficie
del vestidor.

“¿Sabes que estoy embarazada, Lew?”, le dice.
Las páginas satinadas de la revista muestran bajo la lámpara
una catástrofe natural. La fotografía de un terremoto en
algún lugar del Oriente Próximo.