viernes, 26 de junio de 2020

Diario de la peste 25: Calígula era un emperador sanguinario. Gonçalo M Tavares



Calígula era un emperador sanguinario.
Pero se metía con miedo en la cama cuando oía truenos.
Cuando besaba a una de sus amantes, bromeaba: "Basta una orden mía y esta linda cabeza rodará." (D.)
"Se proclamó Júpiter y mandó decapitar las estatuas de los dioses para poner en ellas su cabeza"
También quería dominar el cielo.
Mando a hacer una máquina que imitaba el estruendo de los relámpagos.
Y ésos no le daban miedo.
Calígula sufría muchos insomnios.
Por la noche andaba de un lado a otro en el palacio "exigiendo a grandes gritos que surgiera el día".

La razón no es la misma.
Pero hoy hay muchos que tampoco pueden dormir.
Y a la mitad de la noche, a las dos de la mañana, gritan exigiendo que comience el día.
Pero no ha comenzado.

(Rubem Fonseca, Luis Sepúlveda y Maria de Sousa, in memoriam)

Día a día, el gran escritor portugués y maestro del texto breve busca poesía en el sombrío mar de la cuarentena. Infobae reproducirá sus columnas, que son originalmente publicadas por Expresso y que, traducidas por Paula Abramo, tomarán forma de libro en Interzona.

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